octubre 04, 2008

El Domador dice que no:

él no tortura a sus bestias.

Su método infalible es la persuasión,

su recompensa el cariño.

El Domador se muestra como un tirano benévolo.

Con mano ya perlada por la vejez,

acaricia indolente unos cachorritos.

Es el espíritu del orden.

Cada cual tiene su lugar

bajo esta carpa y en las jaulas de afuera.

"Sólo trabajo para el placer de mi público;

y lucho por el bien de mis animales.

Sin la misericordia de este Circo

ya los habrían cazado. Serían tal vez

pieles de lujo en un aparador

o simples organismos de sufrimiento

en los laboratorios del infierno.

"En mi Circo no existe ley de la selva.El Domador

Viven en paz. Se encuentra protegidos

por mi benevolencia, a veces exigente.

No podría ser de otra manera.

"Ahora observen la cara de mis bestias.

Sólo les falta hablar; si pudieran hacerlo

entonarían a coro mi alabanza.

"Con gusto posaré para sus fotos.

Me encanta retratarme con las panteras,

ver como tiembla el tigre cuando empuño mi látigo.

"¿Pueden negarlo? El Circo es el Estado perfecto."

Cuando él termina de hablar

el silencio no colma el Circo:

se oyen protestas entre rejas.

Ya que he estado haciendo una especie de re acomodo de mi cuarto que al final derivó en una limpieza exhaustiva, encontré una recuerdos de mis épocas de la preparatoria y que aun tenía guardadas por ahí: un compendio de 12 poemas de José Emilio Pacheco titulado "Circo de la Noche" y unos relatos que escribí en mi antiguo taller de lectura y redacción.

Ahora que he encontrado este par de cosas que me hacen vibrar al mismo tiempo de nostalgia y alegría, he decidido publicarlas aquí, y no sólo por ser importantes para mi, sino porque poemas de un hombre grande, irreverente, interesante, grandioso, genial y demás adjetivos, como José Emilio Pacheco, no pueden pasar desapercibidos (además que es uno de mis escritores favoritos).

Dicho lo cuál, comencemos función, disfrutemos las maravillas de este espectáculo que seguro se quedará grabado en su memoria de manera permanente.

Bienvenidos al "Circo de la Noche"

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