Porque vivir es un arte
Hace tiempo que no sabía de ti, me resulta extraño volverte a mencionar con los amigos y en la charla cotidiana, volver a pensar en la mejor manera de vestir para verte, no muy arreglada para que no vayas a sospechar lo evidente, lo que ya sabes...
Pero ahora ya no te fijaras en mi ropa, ya no volverás a darme esa mirada que me sonrojaba, ahora sólo habrá un dulce abrazo entre nosotros, te preguntaré por tu familia, como va el bebé, ¿todos en casa están bien? y ahí terminará la charla... nada de buscar un lugar para estar solos y susurrar al oído, ya no tendremos que hacer una ecuación costo beneficio para saber si es mejor salir esta semana o ahorrar para una mejor salida a un mejor lugar...
Ahora dices adiós, sólo puedo verte unos momentos, tu beso me da la sensación de no quererse apartar de mi, pero tu cuerpo se tiene que alejar, ir a otra parte donde alguien más te espera como siempre lo hará, como yo no quise hacerlo...
No sé en que momento termino lo nuestro, aun tengo el olor de tu cuerpo en esa blusa blanca que tanto te gustaba y ahora serás papá; tu vida y la mía se juntaron en un punto importante, duró poco pero fueron momentos llenos de pasión, de alegrías y de complicidad... pero como todo en la vida tiene su final, el nuestro concluyó.
Me pregunto si será niño o niña, te comento que me avises cuando nazca y que aunque no lo podré ver, le des todo el amor y cariño que yo le daría... vete ahora, apresura el paso para que no llegues tarde a casa, ahí veo tu silueta alejarse y tu aroma empieza a desaparecer.. no nos dijimos adiós, pero lo sabemos, es el adiós para los dos...